martes, 19 de abril de 2011

INTERRAIL 2007-Día 4

DÍA 4: Berlin

¿Habéis oído hablar de los famosos Free Tour que hay en las principales ciudades Europeas? Pues esa mañana, al salir, vislumbramos un folleto en la mesa de recepción del albergue con la palabra grande “FREE” escrita y, como buenos españoles, nos abalanzamos como orcos de Mordor a ver que era eso que daban gratis. Cual fue nuestra sorpresa al descubrir que nos ofrecían una visita guiada de unas 3 horas de duración por la zona más céntrica y famosa de Berlín sin poner un duro. Dicho y hecho nos dirigimos hasta el punto de encuentro: El Starbucks de la Puerta de Brandemburgo.

Frente a la Puerta de Brandemburgo (por detrás el tío del cartel que anunciaba el Free tour)

Sobre las 11:00 comenzamos el tour de la mano de un boliviano muy salao que nos explicó todo muy bien y nos metía algún que otro chiste por el medio, lo cual amenizaba mucho la visita. Qué decir del tour, que vimos lo más típico de la ciudad: el muro, la catedral, la Isla de los Museos, La plaza del Mercado, la Ópera, la Universidad, el monumento a las víctimas del holocausto… Un montón de cosas, vamos.

En el monumento a las víctimas del Holocausto.

La nota destacada del día es que cuando estabamos por la avenida principal de Berlin (Unter den Linden) se nos cruzó un grupo muy grande de ciclistas entre los cuales estaban J. Mario y Jony, dos amigos de mi pueblo que también estaban de interrail ese mes. Hay que ver lo que es la casualidad.

Con los librillanos.

Al finalizar el recorrido, el guía nos explicó que quién quisiera pagarle algo por sus servicios que lo hiciera y quién no se podía ir tranquilo. Nosotros, viendo que el tío lo hizo genial le dimos 15 ó 20 € entre todos, no recuerdo bien la cantidad exacta (ya sé que no es mucho pero somos estudiantes jeje).


Antes de marcharnos, el guía nos dijo que por la noche había otro tour que quizás nos interesara también: una vuelta por los principales locales de marcha de Berlín y la entrada a una macrodiscoteca llamada “Matrix”. Nos apuntamos al instante.


Teníamos hambre, y ya era la hora de comer. ¡A por salchichaken y kartoffelsalat! Paramos en un puesto ambulante y nos hicimos con tales manjares que entraron como el agua debido a que estábamos reventados de andar, ¡y del sol que nos estaba cayendo encima! ¿Pero esto que es? ¿No estábamos en Alemania a finales de septiembre? ¿Por qué ese calor abrasante y ese principio de quemaduras en la piel? ¡Qué esto no es Murcia!

Después de comer nos dimos una vuelta por la ciudad y acabamos en el Pergamon Museum, en el cuál nos disponíamos a entrar pero nos avisaron de que faltaba sólo media hora para que cerrada (a las 18:00).

Frente al Museo del Pérgamo

Pues eso, de vuelta al albergue a descansar y a cenar.

Si tuviera que describir aquella noche con una palabra, esa palabra sería “fuego”, en todos los sentidos que os imaginéis: literales y figurados.

Nos encontramos con toda la gente que se apuntó al tour en la puerta de un bar (no recuerdo el nombre) y nos dijeron que pagando 10 € tendríamos acceso a la macrodiscoteca garantizado, chupitos de vodka con zumo durante los cambios de bares y copas y cervezas más baratas en los locales que visitáramos. Una vez más nos apunamos sin dudar. Después del primer bar nos dirigimos a la zona de Tacheles, famosa por sus edificios okupas y sus discotecas pordioseras pero con su encanto y una marcha brutal.


Entramos al “Zapata”, un icono de la marcha nocturna de la ciudad y, después de pedirnos unas Beck’s (y de que la Rubia se metiera en el tuenti en un ordenador con acceso a la red gratis que había en un rincón) nos salimos a un patio que había detrás que hacía de terraza del pub, y allí ocurrió todo:


-¿Qué es eso que hay en el centro? ¿ Parece una bañera llena de algo?

-Huelo como a gasolina.

-¡No será posible!


Pues sí, había una bañera llena de gasolina en la discoteca y acto seguido apareció un hombre de apariencia curiosa que (vestido de no sabemos qué, si de bombero, de soldado de la primera guerra mundial o de una fusión de las dos) ¡le metió fuego! Sacó un lanzallamas y empezó a lanzar ráfagas por doquier mientras todo el mundo borracho lo viroteaba. Pero, por si esto fuera poco, de repente tenía un lanzallamas en cada mano y la empezó a liar parda. Imaginaos a un hombre de unos 40-45 años vestido así, con dos lanzallamas en las manos y una bañera ardiendo con gasolina y pegando gritos en alemán: un giñe total XD.

El Loco alemán en toda su salsa.

Y un vídeo que he encontrado en Youtube

Pasadas unas horas nos dirigimos hacia la discoteca Matrix que resulta que estaba en los sótanos de una estación de tren o algún antiguo almacén junto a las vías. Para llegar allí tuvimos que coger el metro y allí podéis imaginaros la que montamos, que gente que viajaba a esa hora tuvo que llamarnos la atención. Una vez en Matrix continuamos con la juerga hasta las 3:00 aproximadamente que decidimos irnos a descansar ya que al día siguiente nos tocaba madrugar. Así que, algunos con más predisposición que otros, tomamos el camino de vuelta al albergue.